Tampoco estamos de acuerdo con que a los jóvenes se les pague por debajo del salario mínimo; nuestra meta es generar mejores empleos para ellos.

La protesta social es un derecho constitucional. Sin embargo, es importante que la ciudadanía sepa que muchos de los que están llamando a la protesta lo están haciendo sobre falacias. No podemos dejar que el odio termine incendiando las calles.

Las afirmaciones las hizo el primer mandatario de los colombianos en el Club El Nogal de la capital del país, este martes.