Al nombre de Jhon Edward Quintero Urquiza, responde el hombre que se entregó a las autoridades colombianas, confesando el asesinato de su sobrina, la pequeña de 10 años que el pasado sábado, fue hallada amarrada y sin signos vitales en un barrio popular de Buenaventura.

El hombre de 29 años de edad, se entregó voluntariamente, temeroso de los señalamientos que pesaban en su contra y al mismo tiempo escapando de la muerte,  que seguramente le esperaba a manos de la misma comunidad, que lo acusaba a diario, luego del episodio sangriento ocurriera dentro de su morada y de encontrar dentro del inmueble, rastros de sangre y evidencias que lo incriminaban como el principal sospechoso del femicidio, además del acceso carnal violento en perjuicio de la menor muerta.

De acuerdo a las declaraciones entregadas por el agresor, que  vivía solo en una vivienda del humilde barrio San Francisco de Asís del citado puerto pesquero y quien se dedicaba dedicado a la fontanería, reconoció su adicción al licor y a las drogas.

De hecho el día que cometió el crimen, estaba bajo los efectos de alucinógenos y muy tomado.

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Narró el Fiscal en la audiencia de imputación de cargos que se desarrolló en el Juzgado Sexto Penal Municipal de  Buenaventura que Quintero Urquiza  le dijo a la pequeña de 10 años, se fuera a su casa, como a las 11:00 de la noche del día del crimen  y allí lo esperara. Minutos más tarde él llegó a su domicilio y la encontró.

En su declaración, aseveró que intentó abusarla sexualmente, pero preadolescente  no se lo permitió, desprovisto de conciencia por las fuertes dosis de droga y alcohol que consumió, la golpeó y asfixió con un lazo de pesca y posteriormente procedió a violar sexualmente el cadáver de la niña.

Jhon Edwar Quintero Urquiza,

Luego de saciar sus aberraciones, cargó el resto humano y lo lanzó en el fondo de la casa. Al día siguiente cuando se despertó, luego de las 5:00 am, pensó que todo lo ocurrido había sido una pesadilla. Pero para su desgracia al dirigirse al patio, encontró el cuerpecito maniatado, torturado y violado de la menor.

Por el delito cometido, el hombre pudiera recibir una condena de hasta 40 ó 50 años de cárcel, aun cuando no tiene otra anotación judicial en su récord policial.

Redacción: Fusagasugá Noticias